Hoy, con la gran cantidad de obras de construcción que tenemos en la Ciudad de Buenos Aires, cada tanto vemos en las noticias imágenes de grotescas catástrofes, y la inmediata frase "alguien se tiene que hacer cargo", "la culpa es de la obra de al lado ", "faltan controles municipales".
Históricamente, el lindero a una obra, hostiga al constructor de "al lado" , siendo el destinatario de quejas por todos los males, defectos, revoques, fisuras,etc, llegando muchas veces a hacer denuncias, cartas documento, demandas y demás.
Muchas de éstas son producto de la "viveza criolla", la envidia, y también por el grado de molestia, por pequeño que sea , que implica ser lindero de una obra (movimiento de gente, camiones, polvo, ruidos, y también , por que no, algún desprendimiento de revoque, fisura, o directamente un "pase de lado" , a veces accidental o inevitable.
Las submuraciones son otra cosa.
Los altos costos de maquinaria y transporte en excavaciones de gran volumen y profundidad, no son nada comparados al esfuerzo económico que significa desmontar taludes y cavar bases
a pico y pala, subir ese material, y cargarlo en contenedores, muchas veces en calles donde no está permitido el estacionamiento de estos, generando enormes trastornos de circulación, entre otros.
Debemos recordar, los profesionales de la construcción, que no se puede actuar de la misma manera en un perímetro libre, que en una excavación entre medianeras, muchísimo mas cuidado hay que tener cuando el lindero es una construcción centenaria, con estructura mixta, no monolítica, y cuyo comportamiento es errático e impredecible si no se toman absolutamente todas las precauciones, las de los libros, y aquellas que surgen del sentido común, la experiencia, y la consulta .
En la zona céntrica de la ciudad, con terrenos entre medianeras, muchas veces linderos con estructura mixta, con movimientos de tierra enormes y posteriores vibraciones por el paso de subterráneo, micros ,vehículos de todo tamaño, complejidad de retiro de tierra de manera "manual", y enorme riesgo de la utilización de maquinaria pesada para retirar tierra mas allá de lo razonable, (recordemos los taludes trapezoidales de gran volumen para estos casos, y posterior cavado para bases y submuración una por medio)
Humildemente propongo la
no aprobación de planos de obras entre medianeras, que contemplen superficies bajo nivel vereda, salvo las estrictamente necesarias para servicios básicos del edificio a construir.
Mas allá de randers, cálculos sofisticados, estudios de suelos y detalles de taludes y submuraciones, apuntalamientos reticulados horizontales, etc.está la realidad, la lógica ,el sentido común.
Y si no les cierra el número, a construír al cuntry.
Daniel Marqués - Maestro Mayor de Obras.
matrícula CPIC 1708
****Nota Publicada hace mas de 2 años ante una catástrofe similar a la ocurrida en Pavón y Urquiza, recientemente,que afectó a un comerciante, cliente y amigo, que ha tenido la desgracia de trabajar al lado de ineptos "profesionales", que lo único que les interesa es la guita.